Mis ojos recorrieron por completo su cuerpo perfecto, admirando su perfeccion, cayo mi grito de placer cuando lo senti en mi interior uniendo sus labios con los mios, me penetraba lentamente, sabia que asi me hacia sufrir mas, me queje presa de la impaciencia profiriendo un leve gruñido que sono mas a un ronroneo en su oido- yo tambien te amo kaichi, ya deberias saberlo- le susurre en el oido, descendiendo desde el hasta sus labios de nuevo dejando un camino de besos, lametones y mordiscos.