[Fan-Fic] Dulce Tortura (Yaoi Vampirico)

Capitulo I: Murmullo inoportuno.....
(Pero que clase de titulo es ese ¬ ¬.........XD XD XD XD)

*Historia contada por Gabriel*
Era una noche fría, cuando paso todo esto. Recuerdo perfectamente cada detalle de lo sucedido, jamás se me podrá olvidar la oleada de acontecimientos que cambiaron mi vida.
Antes que nada, narrare un poco sobre mi antigua vida:
Mis padres fallecieron cuando éramos niños, mi hermana y yo hicimos todo lo posible para salir adelante. Nuestro tío que vivía lejos de nuestra patria, nos mandaba un poco de dinero que salía de los intereses que cobraba en la caja de ahorro y decidió contratar a una nana para cuidarnos. No tuvimos muchas dificultades con el dinero, ya que la nana Camila administraba muy bien los gastos.
Mi hermana Elizabeta aprendió mucho con la nana Camila, le enseño a bordar, cocinar, hacer ciertos quehaceres domésticos ya que siempre nos decía "Ningún trabajo es malo, pero tampoco bueno"; ella siempre quería que tuviéramos una buena situación economía por el buen trabajo que realizábamos.
Lo que mas aprendí de la buena nana Camila fue administrar muy bien el dinero, hacerme responsables de los pagos o deudas y siempre ser honrado con los demás. La nana Camila era como nuestra segunda madre.
Un día, a nuestro tío le preocupo que no tuviéramos una buena educación, así que nos pagaba en una buena escuela de la ciudad. Asistimos con mucho entusiasmo mi hermana y yo, ya que quería que nuestros padres se sintieran orgullosos de nosotros.
Al terminar los estudios básicos, decidí estudiar medicina, para así ya no tener que seguir molestando a mi tío con nuestros gastos. Mi hermana ya no quiso estudiar una carrera profesional, su pasión por la cocina era suficiente para ya poder salir adelante nosotros, aunque con la ayuda de la nana Camila. Termine satisfactoriamente la carrera y junto con mi tío, me ayudo a poner un pequeño consultorio.
Mi hermana y la nana Camila, pasaban durante algunas horas para entregarme el almuerzo o comida, y por las noches regresaba para cenar con ellas. El consultorio me iba muy bien, así que ya no teníamos que pedirle ayuda económica a mi tío.
Pero algo trágico paso, poco después la nana Camila enfermo gravemente. Hice todo lo posible para ayudarla, pero su enfermedad ya estaba muy avanzada. Después de varias semanas de sufrimiento, la tierna nana Camila nos había dejado de este mundo. A Elizabeta esto fue fatal e igual para mi, ella era como nuestra madre, nos educo, cuido, ayudo y por supuesto nos amaba como si fuéramos sus hijos.

Todo fue diferente después de la muerte de la nana Camila, el ambiente en nuestra casa era distinto. Mi Hermana cambio un poco, era muy fría y callada, antes se ponía a bordar algo cercas de la chimenea, pero ahora leía algunos libros de medicina que había en el estudio.
En una noche, conocí la cara de mi tortura. Estaba a punto de cerrar el consultorio, hasta que apareció un extraño sujeto. El tenia la apariencia de una persona de 26 años, alto, delgado, cabello ondulado y sus facciones eran muy finas. El me pidió que le recetara algo para poder dormir. A juzgar por su apariencia, parecía que no había dormido bien por años. Así que le pedí que me digiera desde cuando tenia insomnio, el me dijo que no hace mucho. Al principio no le creí pero después distinguí bien su cara aunque había muy poca luz, las velas alumbraban muy poco, y note estaba muy pálido.
Así que le dije que viniera mañana para hacerle un chequeo y a ver si ya se sentía mejor. El me dijo que vendría a la misma hora, y se esfumo de repente. Al día siguiente, en la noche regreso.

-Ya pudo dormir bien ese día.
-Si, muchísimas gracias. - Contesto.
-Muy bien, necesito checarlo para ver si se encuentra bien.

Pero en cuanto lo iba a tocar, retiro mi mano con velocidad.

-Discúlpeme, pero me encuentro bien. - No le creí ninguna palabra ya que su apariencia pálida aun se notaba.
-Pero...a causa del insomnio deja fatiga y falta de apetito.....
-No se preocupe doctor, además estoy bien y venia a verlo a usted.

Solo le había apartado la vista por unos segundos, cuando el ya se encontraba detrás de mi. Me sujeto ambos brazos, parecía como si me hubieran sujetado 5 hombres, después se inclino un poco y me susurro al oído:

-Te Necesito Gabriel, tu eres al quien he estado buscando.....- Y su mirada cada vez mas me atraía, parecía un ángel perdido. Después vi que su rostro se acercaba a mi cuello y distinguí unos enormes colmillos, besaba mi cuello tan sensualmente sentía tanta pasión que habia gemido un poco.
-Eres adorable, se ve que no has estado con alguien....- Y empezó a reírse sínicamente.
-Calla, eso no te importa. - Le grite muy enojado.

Entonces clavo sus colmillos en mi cuello, sentí un dolor muy fuerte pero después algo tan relajante y excitante. Mi vida se iba poco a poco...Después el me soltó dejándome caer en el escritorio. Aun con pocas fuerzas logre alcanzar un bisturí que tenia a un lado y rápidamente le corte un poco el brazo.

-Maldito, que me has hecho.- Grite desesperadamente y con el otro brazo tocaba mi cuello ensangrentado.
-Oye no te pongas así, me entregaste tu alma...además aun todavía no sigue esto - Se tocaba el brazo herido y comenzaba a lamer su propia sangre y la vendo rápidamente con unas venas de había tomado de mis cosas.- Poco a poco vas a empezar a morir y tendrás una nueva vida - Y mientras decía eso, se acercaba a mi; me tomo de la cintura y con el otro brazo, sostenía el mío en donde yo tenia el bisturí.

Me comenzó a besar con locura y me retiro el bisturí de los brazos. Cerraba los ojos y trataba de imaginarme que todo esto era una pesadilla, pero poco a poco empecé a sentirme muy cansado y mi cuerpo ya no lo sentía; me había desmayado. Al despertar aparecí en un sillón de mi consultorio, rápidamente mire el reloj de mi bolsillo pensaba que me había quedado dormido y la preocupación de mi hermana por no llegar temprano, pero solo habían pasado 20 minutos cuando había dejado de atender al ultimo paciente.
Rápidamente recordé quien era el ultimo paciente, André. Salió de repente detrás de las sombras del consultorio, la vela casi se extingue. Quede horrorizado tras recordar por que me había desmayado y el comento:

-Al parecer moriste rápido, se ve que no valorabas tu vida...
-Calla... ¿Como puedes decir eso? Yo no estoy muerto...- Trataba de no creerlo.
-Fíjate tu mismo, ya que eres doctor....
-¿Como pudiste hacerme esto? - Empecé a llorar, en mi mente pensaba en mis padres, en la nana Camila y por supuesto en mi hermana...
-No seas patético, pareces una señorita...
-Esto no puede estar pasando...es una pesadilla...
Asi que se descubrio el brazo en donde le habia herido, y dijo:
-Gabriel, acercate...necesitas alimentarte....
De repente senti unas enormes ganas de tomar ese liquido rojo de brotaba de su brazo...me abalanze sobre su brazo y comense a beber...
-Muy bien Gabriel...no lo hagas tan rapido...asi esta mejor...Basta, levántate tenemos que huir de aquí.
-Pero... ¿De que hablas? Huir pero... ¿De quien?...
-De todo - Comenzó a reunir varias cosas en el centro del consultorio, derramo varias medicinas y sustancias sobras las cosas.

Saco del bolsillo de su traje unos fósforos y los arrojo sobre las cosas, ardió todo de repente y me tomo del brazo rápidamente.

-Tenemos que salir de aquí, esta noche, para los mortales ya estas muerto y para mi reencarnaste...

Capitulo II: Nuevo Amanecer

Rápidamente se extendió el fuego en el consultorio, no sabia que hacer, todo fue tan repentino. André me tomo del brazo y me dijo:

-Vamos, hay que darnos prisa, nos esperan haya abajo -Su rostro no mostraba algún temor al fuego.
-¿Qué?... ¿Quienes nos esperan…? - Le respondí.
-¡Guarda Silencio! Saldremos por la puerta trasera.
A lo lejos se escuchaban gritos de la gente asustada por el fuego, las campanas de los guardias se perdían ante todo el escándalo.
-Alguien haga algo, el doctor se encuentra aun adentro -Gritaba una mujer desesperadamente.
-No creo que alguien se salve de esto… - Murmuraba un sujeto a su mujer.

Lo que me pareció más extraordinario, es que los sonidos los distinguía claramente, como si me encontrase en frente de todas esas personas. Me quede un tiempo, tratando de distinguir todas las cosas las voces que lograba entender, hasta que André me jalo hacia la puerta trasera.
Al salir de ahí, estaba esperándonos un gran carruaje, salió una persona muy extraña, tenía una ropa muy extraña. Se acerco a André y le dijo:

-Mi señor, esta todo listo, puede partir con calma –Haciendo reverencia a André.
-Muy bien Jacob, hazte cargo de lo demás.
-Si mi señor, lo que usted ordene.
El sujeto se dirigió hacia las demás personas que contemplaban el incendio y comenzó a gritar:
-Yo los vi, yo vi como unos sujetos salieron del consultorio del doctor, saquearon todas las cosas e incendiaron el lugar. ¡Ellos son los culpables de esta tragedia!...¡Oh Dios, salven al doctor!...

André me tomo de la mano y me subió al carruaje, dio ordenes al cochero y me dijo:
-No te preocupes, mis hombres harán todo –Tocándome el rostro y dándome un beso en la frente- No hay nada de que levante sospechas de los que paso contigo. Pensaran que fuiste saboteado por ladrones, te asesinaron e incendiaron el consultorio…¿No crees que es perfecto? –Sonriéndome.
-Eres un…-Tapo mis labios por un momento con sus dedos frios.
-Esas palabras no te quedan muy bien, mi querido Gabriel…
-Lo tenias todo planeado, pero no crees que se darán cuenta, después que el incendio se haya extinguido, ¿Mi cuerpo no este ahí? –Le conteste, tratando de burlarme de su supuesto plan.
-No, tendría que encargarse el fuego de eso…
-Pero… las cenizas, debe de quedar algo…
-No seas tonto amor mío –Riéndose de forma sarcástica -Por si el fuego no consume todo, Jacob se encargara de suplantar tu cuerpo por el de un mortal. Cuando todo termine al menos encuentren algunos rastros del cuerpo de ese pobre infeliz…¡Nada puede fallar!... –Empezó a reír de nuevo.

No podía creer que André tenia todo planeado…Me intrigaba todo, saber lo que Elizabeta sentiría tras esta noticia…Las personas que ayudaran a André…Y especialmente André, si, ese sujeto que me transformo en lo que soy actualmente.

-A donde nos dirigimos…-Le conteste sin pensar, como si le conociera de años…
-A una casa que rente por un tiempo…No te preocupes, vas a estar mucho mejor.
Ignore todo lo que dijo, mire la ventanilla de carruaje, alcance a ver mi querida ciudad a lo lejos, comprobé que André tenia pensado alejarme de todo lo que había vivido en esa amada ciudad… Tanta gente que conocí, los buenos cristianos que eran con mi hermana y todas las hospitalidades que nos habían ofrecido desde que la Nana Camila nos dejo…Tantos recuerdos se venían a mi mente al ver ese hermoso paisaje en la noche…Esa noche que morí para los mortales.
-La ciudad no desaparecerá…-Me contesto André con una mirada perdida- De ahora en adelante tendrás que olvidar todo esto por tu bien, si te aferras a esos recuerdos, puede ser fatal…
Me queda callado. Al llegar a ese sitio, era una enorme casa y bailaban en frente de una fogata. André me acerco a ellos y pararon de hacer sus bailes y les dijo:
-Queridos amigos…Les presento al doctor Gabriel, el ahora en adelante también será su amo. Espero que sigan sus órdenes.
-Si señor André, sus ordenes son nuestra ley…-Contesto ese grupo de personas.
-Muy bien, sigan con su fiesta. Me retiro con Gabriel –Tomándome de la cintura.
Claramente pude ver muy bien a esas personas, sus ropajes parecían unos gitanos. ¡No eran vampiros! Simplemente unos mortales, ¿Cómo André puede manipular a toda esa gente?...
-No te preocupes, ellos son empleados míos, me seguirán hasta la muerte, y si, son mortales y no los he manipulado. No quiero que toques a ninguno de ellos, si quieres comer, solo pídeles y ellos te traerán a algún mortal para que puedas saciarte.
-¡Como puedes decir eso? –Trataba de olvidar de lo que me había convertido, en un vampiro. Escuchaba sus corazones agitados y palpitando…Eran tan tentadores, pero trataba de ignorarlo.
De repente se apareció una muchacha muy hermosa, su cabello negro y hermoso como la noche, su piel morena y brillante, sus ojos color esmeralda, cuerpo muy bien formado y su ropaje de gitana…

-Señor André…Dentro de tres días estará todo listo para marcharnos –Le respondió la muchacha.
-Muy bien Fátima, de algo a cargo…
-Si mi señor –Haciendo reverencia – Pero falto lo principal para el señor Gabriel…-Con voz preocupante.
-No te preocupes Fátima…Lo tengo arreglado, espero que todos no se duerman tan tarde esta noche…
-Si mi señor –Alejándose tranquilamente.
-Parece que te intereso Fátima, no le quitaste la mirada…No pensé que te interesaran las mujeres como ella. –Burlándose.
-No, no es eso….Yo solo…
-Pero si se te nota en la mirada, al menos disimula…Se que la sangre llama, pero esta prohibido acercártele –Su voz se torno seriamente –Ella es la líder de este grupo de gitanos, si la tocas, ellos te mataran, saben como hacerlo…Ese es el trato que hice son ellos – Mientras caminábamos hacia la casa –A cambio de sus fieles servicios por dinero, buena vida y libertad de practicar sus costumbres sin tener que ser perseguidos por los demás. Se hacen pasar por mis criados y esclavos. Bueno, vamos adentro.

Ya adentro, todo era tan elegante, supuse que André debía de tener una Fortuna tras haber alquilado esta enorme casa y pagarles a toda esa gente de afuera. Subimos por unas escaleras de mármol hacia una habitación, que al parecer era la recamara de André…Las ventanas tenían unas enormes cortinajes, que al parecer a simple vista, parecía de tela pesada y fina. Los muebles, los candelabros, las figuras sobre las mesas, eran tan lujosas. Jamás había visto tales cosas, la cama parecía emperador, cubierto de telas finas y el tallado hecho por los mismos dioses.

-Que te pasa Gabriel, por que te quedas viendo de esa forma –Contesto André.
-Te diré sinceramente que jamás había estado en un lugar así…
-Eres adorable –Tocándome el rostro con ambas manos –Tan inocente, que jamás piensa en la avaricia…Realmente eres un tesoro…
-Basta, no me mires así -Me sonroje todo –Mi familia es de clase media, así que jamás había visto tales cosas…-Murmure un poco, me moría de la vergüenza…Parecía un niño.
-Por eso te adoro…Y al parecer, jamás te has acostado con alguien…
-Tonto, por que dices eso…-Le conteste enojado y ruborizado.
-Me fije por como mirabas a Fátima…La deseabas, sus ojos enigmáticos hechizan a cualquiera que la mire. Pero sabes algo, tu me perteneces y ella lo sabe a si que si quieres intentar algo con ella, será una perdida de tiempo…
-Fátima no me interesa…Solo que me recordó a alguien –En ese momento pensé en mi querida hermana Elizabeta…Me preguntaba como estaba…
-Ella va a estar bien, mientras reciba mi apoyo, nada le faltara…
-Como puede decir eso –Le conteste. Parecía que André leía mis pensamientos –No sabes como esta en estos momentos…
-Ya te dije que no te preocuparas por eso…Enviare a alguien para que la vigile y que no le falte nada. Claro que no va a saber quien realmente la envió, fingirá ser una criada enviada por tu tío, así que ya estarás un poco mas tranquilo, mi querido Gabriel –Después de decir eso, comenzó a quitarse la gabardina negra y una parte de su ropa. Solo quedo con el pantalón y su camisa de seda blanca, se recostó en su cama –Ven mi amado, relájate y olvídate del mundo mortal por un momento…

To be continúe....