La clasica taberna que nunca falta

Mientras permanecia sentada en la barra parecio un hombre de buen estructura fisica, lo habia notado al mirerle de reojo simplemente, atendio mi peticion de forma rapida lo cual me habia dejado mas tranquila, al ver el vaso de jugo no evito algrarme, tomo el vaso con ambas manos y bebo algo de su contenido, Durazno, supongo que era una de las frutas que mas apreciaba, al alejar el vaso de mis labios miro al hombre de forma alegre - muchas gracias, caballero - le dije caritativamente, tambien junto con ello agradecia lo de los hielos ya que la temperatura de aquel lugar era algo elevada, no hacia calor a tal grado como para que fuera muy molesto, pero algo frio iria mucho mejor.
Miro nuevamente al hombre que me atendio mirandole esta vez de una forma mas detallada notando en esto su atuendo tan... exivicionista? ... notando un leve o poco calor en mis mejillas, mas que nada me daba pena quizas, porque de vez en cuando deben avergonzarse, y si no lo hacian, mejor para ellos... pero esa curiosidad atentaba en mi pensamiento - disculpe... puedo hacerle una pregunta? - dije mirando el rostro de aquel hombre el cual me habia atendido.

Segui atendiendo a otros clientes, recogiendo mesas, colocando vasos, bueno todo lo que se solia hacer en una taberna, puse un poco de musica de fondo para animar un poco, mientras seguia con lo mio y movia mi colita sin darme cuenta al son de la musica, escuche que me llamaban, me gire para bien quien habia sido y me dirigi al hombre de cabelos rojizos que ponia un tanto nerviosa- Si? desea algo más?- pregunte en mi tono dulce, no sabia que era exactamente, pero difinitivamente habia algo en ese hombre que me ponia bastante nerviosa, prueba de ellos eran mis orejitas que se movian, agachandose y levantandose rapidamente y alternativamente.