.::Sala Abraxas-concierto Cradle Of Filth::.

-Yo tenia en pensado en ir a tomarme una copa... si te apetece acompañarme...-Dejo caer Achlys.

Después del encuentro con Ember a la infernal no le quedaban demasiadas ganas de compañía, pero Taku-sama le pareció un chico agradable y bastante bien plantado. Por lo que quiso darle una oportunidad.

-Conozco bares, pero que sean buenos... -Respondió graciosa guiñandole un ojo con complidad -...ahora en serio, conozco uno cerca de aquí que está bastante bien, no es muy grande pero es tranquilo y la bebida es buena -Explicó

Sin esperar respuesta del chico, Achlys emprendió el camino en dirección a aquel bar.
La demonio había aceptado la compañía del chico sin pegas, pero aún había algo que no comprendía de él.

-Taku, antes, en la puerta del local, ¿Porque has preferido acompañarme a quedarte viendo el concierto? Si no me conocías de nada...

-No, no pasa nada, solo era curiosidad -Respondió sincera la demonio encogiendose de hombros.

Achlys continuó con la caminata cuando se percató de que el demonio estaba absorto contemplando a los pipas cargando el instrumental del grupo en un camión. Si era realmente seguidor de la banda, era normal que todo lo relacionado con ella le llamara la atención. Por la mente de Achlys pasó entonces una idea...

-¿Puedes esperar un momento aquí? -Pidió la infernal a Taku

Antes de que contestara Achlys ya se había marchado disparada a toda velocidad hasta donde los operarios cargaban.

-¡Panda de inútiles, no os merecéis tocar estos instrumentos! -Exclamó con genio.

Dos minutos más tarde Achlys regresaba con el vampiro con una gran sonrisa y sus manos a la espalda escondiendo una sorpresa para él. Con un movimiento rapido, la infernal descubrió de una vez por todas lo que llevaba, la guitarra de Paul.

-Es para tí, afortunadamente no se ha manchado de sangre -Comentó risueña entregandole el instrumento -...y no te preocupes por su dueño, seguro que tiene decenas como ésta.

Achlys realmente se sorprendió por la efusiva reacción del vampiro. Por supuesto que esperaba que el regalo le agradara, pero no tanto. La infernal se sintió halagada por los agradecimientos del chico, aunque lo cierto es que matar a los pipas y robar la guitarra no había supuesto ningun esfuerzo para ella.

-¿Crees que será un poco engorrosa para ir al bar? -Preguntó -¿Preferirías pasar por tu casa y dejarla allí?

¿Como le iba a molestar? ella había sido quien lo había propuesto. Achlys reinició su energico paso, caminando al lado del joven vampiro. Para hacer más llevadera la caminata, la infernal quiso sacar algún tema de conversación.

-¿Sabes tocar? -Pregunto curiosa mirando al bello instrumento -A mi me gusta bastante la música, pero solo se me dá bien escucharla -Comentó sonriente

Achlys reconoció el escenario con su vista, estaban en una calle muy amplia y, a pesar de las intempestivas horas, aún estaba llena de gente.
El bullicio no era algo que Achlys apreciara realmente, el ruido y la presencia de asquerosos humanos no eran del agrado de la infernal. Aunque también tenía su parte buena, el anonimato que proporcionan las grandes urbes, es curioso que mientras más gente te rodea, menos miradas recaen en tí. Sin ir más lejos Achlys llevaba a su espalda dos cuchillas de más de un metro de largo y nadie había reparado en ello.

-¿Vives cerca de aquí? -Preguntó aún observando la concurrida calle -Nunca te deben faltar victimas, ¿verdad? -Apuntó chistosa

Ante la invitación del Takumi, Achlys asintió con la cabeza y pasó la puerta. La curiosidad por averiguar el aspecto que tendría la morada del demonio fué en aumento. La infernal echó un vistazo al portal, intentando hacerse una idea de como se vería la propia casa del vampiro.

-Bueno, ¿en que piso vives? -Preguntó sin apartarse de su lado.

Achlys entró algo tímida al piso de Takumi, entrar por primera vez en la vivienda alguien siempre es excitante. Echó un vistazo a la decoración, era muy parecido a como se lo había imaginado, decoración oscura y más práctica que vistosa, tipica de un soltero. Aunque el aspecto del domicilio no había impresionado a Achlys demasiado, en el fondo sabía que tenía cierto encanto, y al menos, tenía un estilo propio, las casas de Achlys siempre heredaban la decoración del antiguo residente.

-No está mal... -Pronunció adentrandose en el hogar y observandolo con más detenimiento.

La infernal se tomó la confianza de acercarse a una estantería a husmear entre los discos de Taku.

-¿Tienes algo de Arch Enemy?

-Mmm... Doomsday... -Contestó a la vez que señalaba con un golpecito el disco.

En un principio Achlys no se había mostrado impresionada con el apartamento, pero su colección de discos si logró hacerlo. Las estanterias de aquella casa eran un paraiso para cualquier heavy, practicamente todas las vertientes del metal estaban recogidas.

-Oye... ¿no podríamos beber aquí? -Propuso Achlys -...tienes mejor música que cualquier bar y no tendremos que soportar a ningún estupido humano...

Aunque Achlys ya conocía de antemano lo que iba a tomar, echó un vistazo al mueble-bar para, por un lado, comprobar si tenía y por otro curiosear como cotilla que era. Para su fortuna, no solo tenía sino que además la botella que vió era de su marca favorita.

-Absolut, por favor -Respondió señalando la botella de vodka con su dedo indice.

La infernal se dió otro paseo por el salon y acabó sentandose en el sofa, esperando que Taku-sama la acompañara portando con él las bebidas.

Achlys alzó sus cejas con interés al escuchar las primeras notas de la canción.

-¿Sabes? Ésta es mi canción favorita del disco -Comentó a la vez que se bebía todo el vaso de un solo lingotazo, después se mordió levemente el labio al sentir todo el calor de la bebida en su garganta -...puede parecer un poco ñoña, pero melodicamente es sublime -Dijo siguiendo hablando de la canción.

La infernal agarró la botella y se sirvió un poco más.

Una risilla escapó de la infernal al oir a Taku cantar, no es que lo hiciera mal pero no dejaba de ser gracioso verle imitando a Angela. Achlys se lo estaba pasando realmente bien con el demonio, era gracioso, guapo y compartían un gusto musical parecido. Aunque se hubiera perdido el concierto de Craddle, el hecho de conocer a Taku ya había hecho valer la pena ir.

-No creo que nos lo terminemos todo, de hecho, estoy segura que no agauantarías más de cuatro vasos -Contestó jugando antes de volver a dar otro largo trago a su vaso.