Remordimientos

Abrí mis ojos en mitad de una arboleda. La luz que se filtraba a través de las ramas era débil porque aún no acababa de amanecer. Intenté levantarme para buscar alguna referencia que me indicara donde estaba o porque pero un intenso dolor me impidió moverme lo más mínimo. Revisé con mi mirada mi cuerpo para descubrir una horrible sorpresa, estaba bañada en sangre y mi vientre tenía tres profundas heridas.
Me concentré para aliviar mi dolor y cuando lo logré me levanté, necesitaba llegar a casa para curarme como es debido. Caminé tambaleante entre los arboles hasta que llegué a un arrollo. Me detuve en él para limpiar mis heridas pero al encontrar mi reflejo en el agua me llevé una segunda sorpresa. Mi cabello era oscuro al igual que mis ojos.

-¿Que me ha pasado? ¿porque...? -Pronuncié confusa, pero entonces recordé todo lo ocurrido.

Recordé como me raptaron, me corrompieron y me convirtieron en un impío demonio. Recordé que me enfrentaron a mis amigos y yo luché contra ellos. En un segundo lo recordé todo y al hacerlo un sentimiento se apoderó de mi, el remordimiento.
Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos con total libertad mientras maldecía mi estupidez una y otra vez. Había hecho cosas horribles y no podía aguantarlo. El dolor por mi arrepentimiento era tal que en un arrebato de impotencia tomé una dura decisión. Desenvainé mi daga y la sujeté junto a mi corazón apuntando hacia mi.

-No merezco vivir...

Como de costumbre caminaba sin alguna razon especial, quizas, podria ser por el simple hecho de que siempre terminaba estando sola... segui un camino sin rastros de antepasadas caminatas y llege a una especie de arrollo, y en un intento de cruzarlo entre el silencio curioso de aquel lugar logro escuchar una voz diciendo palabras que para mis oidos no venian muy bien al caso, asique camine hacia alla rapidamente y entre un olor desagradable a sangre impregnado ahi, vi a una chica sosteniendo las dagas no dando muchas cosas erroneas que pensar, sin pensarlo mas salte al arrollo y corre por este hasta llegar donde ella - que haces!!! - grita imprudentemente sin saber el resultado, pero entremezclando sus ganas de salvarle y las ganas de no presenciar algo horrible le llevaban a accionar asi sin pensarlo.

Un solo instante antes de clavar la daga en mi pecho un grito me sobresaltó haciendo que el arma se me escurriera de las manos y acabara cayendo al suelo. Giré mi rostro empapado en lágrimas para ver a quien me había interrumpido.
Era una chica joven de largo pelo azulado y con un luminoso aura de pureza e inocencia que aun en mi patético estado pude reconocer como el de un ángel.

-Voy a devolver mi cuerpo y a condenar mi alma -Dije en respuesta a su desgarrador grito -...he defraudado a Dios y traicionado a mis amigos, no soy digna más que de una eterna condena en el infierno -Añadí con un inmenso pesar.

Con calma en mis movimientos, recogí la daga del suelo y regresé a la postura anterior con la punta de la cuchilla apuntando a mi corazón. Previendo que la bondad del ser que tenía a mi lado la llevara a intentar detenerme no lo pensé un segundo más y directamente clave el afilado objeto lo más profundo que logré en mi pecho.
Aunque pudiera controlar el dolor, no hubo motivo. La cuchilla se deslizó por mi cuerpo sin tan solo desgarrarlo, sin cortarlo, sin tocarlo. Como un haz de luz la daga atravesó mi cuerpo y simplemente se desvaneció entre mis manos. Aunque no me provocara una herida pude sentir que algo de mi escapaba por donde la cuchilla había entrado, sentía el odio y la tristeza escapar de mi cuerpo haciéndome sentir más ligera y serena. Cuando el reguero de maldad escapó por completo de mi ser mi cabeza dio un vuelco final y caí hacia atrás sobre la hierba inconsciente. Mientras me veía caer, una voz familiar resonó en mi cabeza "estás perdonada".

Antes de que alzara su voz habia detenido al paso, no podria hacer de mucho, asique solo quede parada ahi observando aquel crimen que intentaba cometer... despues de todo viesece del punto que fuese, no amar la vida y su destino predicho por Dios seria un crimen, aunque se viese como un bien mayor o mental... sin embargo sin poder pensar o hacer de mucho aquella chica que yacia frente a mis ojos, tomado una decision cobro su dicha con aquella daga cruzandola por su cuerpo... un enlace algo extraño sucedio lo cual no quise entender, no me importaba ahora, frente a mis ojos habia alguien que estuvo apunto de cobrar su vida y, tendida en el suelo, quizas necesitaba ayuda.
Solo tomo unos cuants segundos aclarar mi mente para luego avanzar lo que quedaba de distancia entre amabas y me agache a su lado, tomando su cabeza con delicadeza, no sabia que mucho podria hacer no llevaba ningun instrumental necesario, asique corte un pedazo de prenda y la hundi en las heladas aguas del arrollo y la coloque en su frente, dandole unos pequeños golpecitos en su rostro intentando que despertara - porfavor... despierta, despierta... - repeti seguidamente intentando obtener resultado, pero por alguna razon la nostalgia brotaba en mi interior, nno conocia a aquella persona, pero sus palabras podria imaginarme el sufrimiento y el dolor que pudo aver sentido... no sabia si estaba dañada o no... no sabia si despertaria o no, y por ello mismo intentaba despertarle... la verdad no sabia que hacer.

Por primera vez en demasiado tiempo, me sentía serena, en paz y mi rostro aún dormido, así lo mostraba. No estaba más que sumida en un repentino y profundo sueño, en éste me veía regresar a mi templo en el cielo y en él estaban todos mis amigos quienes me habían ya perdonado también por mis pecados. Hubiera deseado continuar soñando pero una humedad extraña sobre mi rostro y la voz familiar de alguien suplicando que me despertara hizo desvanecer la ensoñación.

Abrí mis ojos lentamente encontrando delante de mi el rostro preocupado de quien había intentado detener mi suicidio minutos atrás. Aunque no la conociera de nada mi reacción al ver su rostro hundido por la preocupación fue inmediato. Me eché hacia delante y la rodeé con mis brazos entregándole un afectuoso abrazo para recomfortarle.

-Ya estoy bien, ya vuelvo a ser... yo -Anuncié a sabiendas de que seguramente ella no me entendería.

Aun no podia comprender nada, tampoco intentaba hacerlo, la preocupacion y la desesperacion de el no poder hacer nada y el no saber que es lo que podria hacer para ayudarle le hacia sentirse mas preocupada aun....

Solo alfin algo de calma le hizo llegar a su mente fue el sentir que al fin daba señales de que estaba viva... eso era realmente alentador y reconfortador, despues de todo creia que estaba demaciado mal como para despertar... pero ya veia, almenos ya comenzaba a decir algo...

- No entiendo que es lo que dices... pero me alegra que estes bien....-

Dice contestando su abrazo acarisiando sus cabellos, realmente estaba mas aliviada.... vaya sensacion indescriptible que sentia, pero almenos ya una pequeña sonrrisa brotaba y luchaba por salir de aquel rostro hundido en la preocupacion.

-segura que estas bien, necesitas algo? - insistio, bueno, quien no... le vio apuñalarce, aunque no tendria una herida mas que en lo profundo de su alma... quien sabria la razon del porque.

Reí divertida de sus primeras palabras que confesaban su confusión. Cierto era que lo que acababa de pasar en este claro era realmente extraño y que puesto que ésta ángel no me conocía no podría saber lo que me había ocurrido y el porque de mis palabras, pero parecía que al igual que a mi, lejos de preocuparse tanto por lo que acababa de pasar, simplemente se alegraba de que hubiera despertado.
Por última vez y mientras me devolvía el abrazo la joven me preguntó sobre mi estado y si necesitaba algo.

-No, gracias -Rehusé con una cálida sonrisa antes de volver a levantarme -El mal dentro de mi ha muerto y mis heridas han sanado -Expliqué descubriendo parte de mis ensangrentadas ropas para enseñar que detrás de ellas mi vientre no mostraba herida alguna -Me siento mejor que nunca, aunque... -Mostrando una mueca algo apenada acaricio mi cabello que aún se veía oscuro -¿Oh?

Sorprendida compruebo como después de tocar mi pelo mi mano se manchó de negro. Enseguida vuelvo a arrodillarme junto al arrollo para empezar a lavar mi pelo con autentica pasión. Logrando que en pocos segundos el color dorado regresara a vestir mi larga cabellera.

Al fin, algo le abria asegurado totalmente su buen estado... quizas no fueron las palabras de aquella chica diciendo que se encontraba bien... si no aquella risa que habria escuchado de aquella chica...

Suponia que si alguien reia no podria estar bien, ya que despues de todo el dolor le ganaba facilmente a la alegria... pero asi, al fin pudo sonrreir de la forma en que lo hacia siempre, con energias, carismatica, amable y feliz.

-Dare de suponer que estas bien -

Luego de decir eso pude ver nuevamente una situacion extraña, primero fue su "aunque" y luego logro ver como la mano de la chica se teñia en negro al pasarla por su cabello. Aquello le hizo abrir sus ojos en un ademan de curiosidad, para luego cuando ella avanzo hacia el arrollo, Ice avanzo igualmente para ver que hacia mas de cerca, cosa que en segundos aquella chica era mas bien como risitos de oro... cosa que le cayo en racia haciendo que de su rostro saliera una gran sonrrisa.

- Y bien si no puedo entender nada, al menos quisiera saber como te llamas - habla con amabilidad y cierra los ojos manteniendo una calida sonrrisa.

-¡Ah, sí! -Exclamé animada recordando gracias a su comentario que ni tan solo nos habíamos presentado -Mi nombre es Klima, ángel de la misericordia al servicio de Dios y toda la humanidad, encantada -Respondí cordial levantándome del arrollo para tenderle la mano en un gesto formal -Y perdón por no haberte explicado nada sobre ésto, supongo que lo que has visto no debe ser fácil de entender si no sabes nada de lo que pasó -Me disculpe sinceramente por esa pequeña grosería -De todos modos, es una historia bastante larga y no creo que éste sea el mejor lugar para contarla así que... ¿Que te parece si te vienes a mi casa de la tierra y te lo cuento con un té? -Propuse con normalidad -Además me vendría bien ir allí para cambiarme de ropa -Añadí mostrando una vez más las desgarradas y ensangrentadas prendas sobre mi -¿Que me dices? ¿vamos a mi casa? -Pregunté finalmente esbozando una amable sonrisa

Ice sonrreia satisfecha en todo momento y mas aun por la forma tan, energica que tenia de expresarce aquella angel, de la cual ahora sabria su nombre.. Klima.

-Vaya nombre, me gusta... Yo soy Ice Todoukisu... solo dime Ice... soy un angel cualquiera que pretende estar al servicio de los que necesiten mi ayuda, solo eso -

Ladea levemente la cabeza en un ademan de ternura, entendiendo asi todo lo que decia, pues veia que podia comprender perfectamente como me sentia en ese momento, ademas de que yo misma comprendia lo que ella trataba de explicarme. Por el comentario que hizo de sus ropas no pudo no reir, despues de todo si era bien cierto que no debia quedarse asi.
Penso unos segundos sobre la invitacion y se decidio a contestar.

-Claro, sera un honor ir siesque no es una molestia, claro - Sonrrie contestando a la amabilidad de la angel Klima.

-¿Molestia? En absoluto, para mi es todo un halago que aceptes mi invitación -Repuse sincera esbozando una apacible sonrisa a la ángel.

En un segundo a mi espalda aparecieron dos majestuosas y brillantes alas del más puro color blanco. Con par de aleteos me coloco a unos metros de altura y me detengo allí. Estaba esperando que Ice alzara el vuelo junto a mi, pero también lo hice para echar un vistazo al lugar pues no acababa de saber donde me encontraba. Al oeste en la lejanía reconocí el campanario de la iglesia de mi ciudad y veloz como un rayo partí hacía allí.
En no más de diez minutos mis pies volvían el tocar la tierra ya en la entrada de lo que yo llamaba mi hogar. Me acerqué a la puerta de la humilde casa, la abrí sin necesidad de usar llave alguna y entonces me giré mirando a Ice.

-Vamos pasa -Invité sonriente como siempre -Bien, ésta es mi residencia humana y como puedes ver aquí está el salón, acomódate en el sofá que yo mientras voy a cambiarme, ¿de acuerdo?

Sin esperar a su respuesta la dejé allí mientras yo primero me dirigía a la cocina para poner al fuego la tetera y solo entonces adentrarme en mi habitación para ponerme algo decente encima.

Ante la respuesta y afirmacion de la Angel Klima solo contesto con una dulce sonrrisa mientras la miraba de forma apasiva.

Al sacar Klima sus alas Ice le siguio en una misma accion, tambien dejando a la vista sus alas blancas y no muy grandes como solia ser la costumbre, pero si muy majetuosas para su gusto personal, alzo vuelo a la altura de la angel Klima y al ver que comenzaria a avanzar de esa forma, le siguio al mismo ritmo, sin quedarse atras ya que no sabia hacia donde se dirigirian, ademas de que aprovechaba de observar de ves en cuando la base de la tierra... aquello era demaciado hermoso para su vista.
De un momento a otro llegaron ahi, ice no sabria cuanto esactamente se habrian demorado pero no importaba, estaba mas bien atenta de lo que le decia Klima, asintiendo con la cabeza a aquellas palabras, siquiendo a las mismas palabras, asi entrando a la morada de la chica observando a detalle esta... la verdad esque para ser una de las pocas casas humanas a las que habria entrado, no dejaba de impresionarse con aquella hermosura de la creacion humana...

Se dirigio hacia un sofa a la vista y se sento a esperar alli mientras continuaba observando de forma particular a aquella casa.

-Es hermosa... hace cuanto que vives aqui? -Dice en un tono adecuado para que la chica pudiera escucharle.

-Bueno, para contestarte con más exactitud debería saber en que día estoy pero... calculo que aproximadamente un año -Contesté vagamente desde el dormitorio mientras me colocaba las últimas prendas -No suelo quedarme en la misma residencia mucho tiempo pues a los vecinos se les haría raro que no envejeciera como ellos -Comenté dejando escapar una infantil risa en el momento en que escucho a la tetera silbar anunciando que el té estaba preparado -¡Ya voy, ya voy!

Con cierta prisa atravesé el pasillo volviendo a la cocina para acabar de preparar el aperitivo. En una bandeja coloqué la tetera, un par de tazas, azúcar, leche y un plato con pastas variadas y después regresé al salón con Ice.
El atuendo que vestía ahora era mucho más casero que el anterior, con un jersey blanco de cuello alto y unos sencillos jeans.
Dejé la bandeja sobre la mesa auxiliar y me senté al lado de la ángel.

-¿Quieres leche o azúcar con el té? -Pregunté sirviendole ya en su taza.

Ice habia escuchado con atension , claro, era facil comprender ello, despues de todo hacia veces que se olvidaba asi misma que no envejecia como los seres humanos.. despues de todo ya estaba tan acostumbrada luego de tantos años que ya ni lo notaba siquiera...

Por otro lado no habria despegado la vista del angel desde el momento en que habia salido en busca de la tetera, sonrriendo con cierto toque infantil natural de siempre, mientras que le observaba con curiosidad. Habia estado, en cierta forma, imnotizada de igual a¡manera hasta que la angel Klima le habria hecho una pregunta.

-Leche! - Contesto con energias... para ella no habria gusto mejor que aompañar las cosas con leche... era un gusto que no se podia tener todos los dias... almenos no si se vivia con las costumbres extrañas de ice.

Reí levemente ante la decidida respuesta de Ice y pronto acaté su petición sirviendole algo de leche con su té para después entregarle su taza ya preparada. Yo dejé mi té como estaba y simplemente le dí un sorbo para probar su temperatura.

-Todavía está un poco caliente, ve con cuidado -Advertí sonriente a la otra ángel.

Soplé con suavidad la superficie de mi humeante bebida mientras esperaba que se enfriara y entonces miré a Ice que parecía como expectante. Abrí mi boca para preguntarle por ello pero entonces caí en la cuenta...

-¡Ah, que cabeza la mía! Lo siento... habías venido para que te aclarara lo que me ha ocurrido ¿verdad? -Me disculpé algo avergonzada por mi olvido -El caso es que tampoco sé muy bien por donde empezar pero... ¿hay algo en especial que quisieras saber?

Ice acepto con energias el te con leche acatando la advertencia sobre este y tu temperatura, lo tomo con ambas manos y soplaba antes de beber pequeños sorbos.
Klima de pronto volvio a la razon de la por la cual estabamos aqui ahora; conteste con una pequeña sonrrisita para luego proceguir.

-En especial nada, si no es demaciada incumbencia quisiera saber todo-

Acompaño su respuesta con su apariencia de niña haciendo notar que mas que curiosidad era el hecho de que queria saber sobre aquel angel que se encontraba al frente suyo... porque havia llegado a esa desicion y porque... queria saberlo, de forma sincera.


-Etto... me gustaria comenzar sabiendo que edad tienes.-