El resurgir

Eran las dos de la madrugada en las profundidades de un solitario bosque cuando de pronto, de entre las tinieblas surgió una intensa luz, seguida por una gigantesta llamarada de la que apareció una silueta femenina portando dos enormes hojas. Era Achlys recién llegada del inframundo.

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Los rumores de que había dejado vivir a dos humanos acabaron por llegar al infierno, y no tardaron en extenderse hasta llegar al mandamás. Éste, asquedado de que uno de sus mejores sirvientes hubiera caído tan bajo no dudo en reprender a su soldado encerrándole en el noveno circulo con el resto de almas. Durante tres largos meses Achlys tuvo que sufrir la tortura del hielo hasta que Lucifer regresó para darle una segunda oportunidad.

-Achlys, mi marchita flor, nunca imaginé que un ser como tú pudiera albergar una chispa de piedad, me has decepcionado mucho -Anunció con una retorcida sonrisa al ver el sufrimiento de su demonio -Espero que el estar aquí estos meses te haya servido para aprender una valiosa lección

-Sí majestad, mi corazón ha olvidado ese sentimiento para siempre.

-Bien -Respondió complacido -En ese caso creo que puedo hacer la vista gorda y olvidar yo también tu infamia.

Él chasquó los dedos y las cadenas que retenían a la infernal se desvanecieron dejándola libre.

-Hoy puedes irte, pero si llegan a mis oidos otro desliz tuyo, tu condena será eterna...
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Las llamas que habían recibido a la infernal se abrían paso entre las ramas de los arboles cercanos deborando lentamente el bosque. Achlys desplegó sus alas y se alzó unos metros por encima de la arboleda para que sus ojos pudieran contemplar de nuevo la tierra.

-He vuelto... -Susurraron sus labios -...y esta vez no descansaré hasta que la angustia se apodere de los corazones de cada humano.

Deleitandose con la apocalíptica visión del bosque ser pasto de las infernales llamas, Achlys no reparó en la presencia de otro ser hasta que lo tuvo delante. Era una figura femenina, era extraño encontrarse a un humano a estas horas en un lugar tan alejado de la civilización, pero más extraño era que el humano con el que se encontrara conociera su nombre.

-¿Quien eres tu, hechicera? ¿como sabes mi nombre? -Preguntó desconfiada alzando sus espadas de manera intimidante.

Aunque tan solo hubiera pronunciado una palabra, el timbre de su voz le resultó familiar, y Achlys tenía la corazonada de que ésta no era la primera vez que se encontraba con la humana. Así que mientras esperaba su respuesta, la infernal escudriñó con la mirada la figura de la persona que se encontraba ante ella, pero la distancia que las separaba era grande y la noche oscura, con solo el inestable resplandor de las llamas alumbrando a la joven, a Achlys se le hizo imposible identificarla con su vista.

Esa voz, ese gesto con la cabeza, ese rostro que aunque apenado seguía siendo angelical, era imposible que ahora Achlys no pudiera reconocer a la joven que tenía ante ella. Aunque estuviera tan cambiada esta hechicera tenía un gran peso en la vida reciente de la demonio, sobretodo porque la susodicha fue la segunda humana a quien la infernal había dejado con vida, siendo así uno de los motivos por los que Lucifer la había castigado con tal severidad y por tanto, uno de los motivos porque ahora la demonio se había convertido en el hazmerreir del inframundo. Las infernales llamas crecieron vigorosas del mismo modo que el odio y la ira lo hacía en el interior de Achlys al recordar todo lo que había sufrido durante estos últimos meses.
Aleteando pesadamente la demonio recorrió el espacio que la separaba de la humana hasta quedar las dos cara a cara a pocos centimetros.

-Tú... -Susurró con voz profunda -Tú eres la hechicera a quien no maté... por tu culpa perdí toda mi reputación que más de dos mil años me había costado alcanzar y fui condenada en el noveno circulo del infierno durante tres meses -Relató reprimiendo esforzadamente sus poderosas ansias de matarla en este mismo instante -Me has jodido la vida así que lo justo es que ahora te joda yo la tuya -Amenazó severa sin apartar en ningún momento su furiosa vista de los ojos de la joven.

Sus palabras aunque estuvieran cargadas de insolencia llevaban bastante razón y Achlys lo sabía. Recordaba haber tenido la oportunidad de matarla y recordaba no haberlo hecho por decisión propia, aunque desde la perspectiva de ahora no llegaba a entenderlo.
Debió existir un motivo muy fuerte para hacer que la infernal decidiera perdonar la vida de ésta humana, pero por mucho que Achlys se esforzara no lo hallaría ya en su memoria y por lo tanto, ya no había motivo para no acabar con el trabajo había dejado pendiente.

Mientras una de sus manos agarraba con fuerza el hombro de la hechicera para inmovilizarla, la otra portando una de sus espadas se desplazó hacia atrás preparando una estocada que iría dirigida al vientre de la humana. Pero el momento antes de efectuar la mortal acción, la demonio reparó en las ultimas palabras de la joven.

-¿Como que puedo hacerlo si me place? -Respondió confusa por la expresión de la humana.

Achlys agarró del pelo a la hechicera y la alzó poniendole el rostro pegado al suyo para observarlo con detenimiento. Sus ojos estaban apagados y mostraba una expresión de pura indiferencia, daba la sensación de que ésta había perdido la ilusión por vivir.

-¿Que gracia tendría arrebatarte la vida si sé que no te va a importar? Eso sería como hacerte un favor... -Reflexionó la demonio con un tono molesto -Tengo que castigarte por lo que me causaste y si matarte no sirve será otra cosa... -Amenazó severa antes de lanzarla con un tirón de pelos haciendola caer en una porción del bosque lejana que aún no había sido pasto de las llamas -Nos volveremos a ver cuando lo haya decidido

La infernal dió un par de aletadas y se dirigió a toda velocidad hacia una ciudad cercana. Había perdido demasiado tiempo condenada en el infierno y tenía mucho trabajo que hacer.

Observe en silencio a la infernal , al parecer estaba meditando o pensando , quizás recordando nuestro anterior encuentro , o simplemente pensando en como matarme , al fin y al cabo yo nunca podría saber con exactitud lo que pensaba un infernal o un ángel , nunca los entendería , en cambio a los híbridos como yo o a los humanos si podía “predecir” en cierta forma sus pensamientos…al fin y al cabo la forma de pensar de todos nosotros es parecida en algunos puntos , así como la forma de reaccionar, todos reaccionábamos distinto ante una acción , pero así como reaccionábamos distinto también habían patrones claves en la personalidad de una persona , los cuales te ayudaban a deducir como podrían reaccionar.

Estaba tan metida en mis cavilaciones que me sorprendí al sentir la fuerte presión ejercida sobre mi hombro, seguramente (y no lo dudaba) la infernal había logrado desencajarme el hombro….o si yo lograba tener mucha suerte, de seguro y solo me lo había trizado o fisurado. Le observe impávida mientras esta tomaba una de sus espadas y la preparaba para asesinarme.

-Pues creo que fui muy clara con mis palabras… de todas formas en algún momento moriré...-comente dejando la frase inconclusa mientras fruncía el ceño por unos segundos ante la forma en que fui tomada de los cabellos, suspire mientras dejaba que la demonio me observase…pare después de escuchar sus palabras ser jalada hacia otro lugar del bosque.

-…..ah…tendré que ir al peluquero otra ves….-murmure mientras caía en silencio, cerré los ojos y me concentre, mi telekinesis no era muy buena pero algo podía hacer , después de unos segundos mi escoba llego rápidamente hasta donde me encontraba , abrí los ojos satisfecha mientras estiraba el brazo y cerraba la mano en torno a la escoba la cual se quedo quieta en el aire estando yo a menos de 5 metros del suelo.- por poco y termino echa puré…-murmure en un susurro mientras que con un gran esfuerzo lograba subirme a la escoba, observe hacia el cielo y puede ver cono la infernal se alejaba, probablemente a una ciudad. Fruncí el ceño mientras bufaba, de seguro iba a crear caos a ese lugar , medite unos segundos y con suavidad logre que mi escoba siguiese un rumbo alternativo a la ciudad mas cercana, mientras dejaba que la escoba me guiase me dedique a buscar en mis bolsillos hasta que lo encontré, un par de lentes de color negro que compre en una tienda de ocultismo, me los coloque y enseguida susurre las palabras “Liberó” las cuales provocaron que pudiese ver con claridad a la infernal a pesar de estar a una considerable distancia.

-dudo que logre hacer mucho…pero tal vez logre evitar una concecuencia demasiado grave.- susurre para mi misma mientras bajaba de la escoba aterrizando en un edificio desde donde podía observar con claridad la ciudad, hice un suave movimiento con la mano la escoba volvió a quedar en su tamaño reducido, me incline y recogí lo que ahora era una pequeña ramita del suelo y la guarde dentro de mi capa, me coloque la capucha y empecé a avanzar por el techo siguiendo los movimientos aéreos de la infernal.


“¿estas conciente de que es una estupidez?”…-me pregunto una vos ya conocida en mi foro interno, suspire y cerré los ojos para poder vislumbrar en mi interior a un ave de un majestuoso color blanco que me miraba como si de una madre se encontrara regañando a su hija. – Si estoy conciente de eso. –conteste para volver a abrir los ojos e ignorar completamente las palabras del ave.



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Usser: adasdas >w<U perdon por demorarme tanto en escribir...tenia serios problemas ocn mis musas y no sabia si contestar el topic o no ._.U, , pero bueno... al final si escribi respuesta ^w^.

Achlys sobrevoló con paciencia las calles de la ciudad buscando un lugar adecuado para empezar a trabajar. En otra ocasión hubiera buscado un lugar oscuro y solitario como un callejón para captar victimas de manera discreta y allí masacrarlas, pero ese ya no era el caso. Llevaba tres meses sin desollar un humano y necesitaba recuperar todo ese tiempo perdido cuanto antes.

La infernal sonrió cuando se presentó ante ella un emplazamiento perfecto para sus planes. Una calle ancha y muy concurrida. Las luces de los locales de ocio alumbraban a centenares de alegres jóvenes que habían salido a divertirse. A los ojos de la demonio no eran más que corderitos inconscientes de que se acercaba la matanza.

Las alas de la demonio se detuvieron dejándola caer sobre el tejado de uno de los locales. Achlys se agachó posando la palma de sus manos contra el suelo y cerró sus ojos concentrada.

-Llamas infernales, alzaos...

Casi de inmediato el ruido de la música fue remplazado por el de los gritos de los que se encontraban en el interior del local. Las puertas del mismo se abrieron dejando paso a una estampida de jóvenes en estado de pánico, algunos de ellos totalmente envueltos por llamas de obvia procedencia.
Achlys saltó del tejado del local mezclándose con el caos que ahora reinaba en la calle. No tardarían demasiado en aparecer por el lugar fuerzas de seguridad así que debía aprovechar el tiempo. La infernal desenfundó sus espadas y aprovechando la confusión empezó a acuchillar a todo lo que aún se movía. La sonrisa de la infernal se ensanchaba con cada grito de dolor.

-Después de tanto tiempo, por fin me siento viva.

Seguía observando el “tranquilo” paisaje de la ciudad cuando escuche unos gritos a mis espaldas, con rapidez me gire y observe humo a la distancia, parpadee confundida y con rapidez me dirigí hacia la puerta del techo del edificio para ingresar en el y bajar a toda velocidad atropellando a gente en el camino , una ves afuera del edificio corrí a toda velocidad por las calles, al parecer el humo venia de la zona de los pubs y discos así que no me demore mucho en llegar , frene en una esquina y observe el espectáculo quedándome sorprendida durante unos instantes.

“te dije que no era buena idea….” –susurro nuevamente el pájaro mientras yo fruncía el ceño y bufaba maldiciendo por lo bajo observando la situación, la infernal se encontraba descabezando a personas de forma casi literal lo que me provoco un fastidio enorme.

-creo que seria divertido inundar la situación…-comente mientras en mi rostro se formaba una sonrisa ladeada, observe los lugares a mi alrededor y sonreí al encontrar un lugar encajonado entre dos locales, me acerque con rapidez y al voltearme note que algunas columnas de humo cubrían mi posición. Con cuidado me saque una sortija de mi dedo anular y la presione con suavidad, esta de inmediato se convirtió en un báculo negro con detalles en azul eléctrico en la punta tenia un diseño de una enredadera cubriendo una especie de esfera que en la punta tenia unas llamas las cuales al terminan tomaban la forma de una cruz celta.

-Вода падает с неба, который работает вдоль рек и морей, приходят на мой призыв и встречаются здесь, здесь Dде накопленных прекратить этот ад, который представляется пламени в конце моей власти.- recite varias veces seguidas mientras cerraba los ojos, un circulo de energía mágica me rodeo y de la punta del báculo una gran cantidad de agua comenzó a emerger y como si de una lanza se tratase se dirigió al lugar donde estaba la muchedumbre empapando con rapidez a todas las personas y acabando con gran parte del fuego , con lentitud moví el báculo provocando que el resto del agua que emergía se dirigiese hacia el cielo , formando así una pequeña llovizna. Pasados unos instantes el circulo de magia desapareció, y mi báculo dejo de emanar agua. Suspire con cansancio y me apoye en la muralla mientras permitía que la lluvia también me empapase.

-bien….nunca mas convocare magia elemental…o mejor dicho…de una naturaleza que no sea mi propio elemento magico.-gruñi mientras fruncia el ceño al escuchar al ave reir en mi interior.


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El hechizo esta pronunciado en Ruso y dice lo sgt:

"Agua que cae del cielo , que recorre los rios y los mares , vengan a mi llamado y reúnanse aqui , aqui donde mi poder se a acumulado , para poder detener las llamas de este infierno que no parece tener fin."

Cada hechicero tiene poder elemental sobre 1 elmento , aun asi pueden hacer hechizos con otros elementos pero requiere casi el doble o triple de su energia magica , lo que provoca un desgaste mayor en el hechicero que le utilice.

Este provocado infierno no duró tanto como la demonio hubiera deseado. Aunque no se había escuchado sonido alguno de sirenas, por lo visto alguien por aquí había creído ser un bombero. Primero unos potentes chorros de agua provenientes de ninguna parte apagaron las llamas que abrasaban la piel de los humanos salvando algunas de sus vidas y después una corta lluvia que quizás pretendió hacerme creer que todo esto era fruto de la naturaleza, pero desde luego no lo logró. Alguien me había querido aguar la fiesta (nunca mejor dicho) y me había empapado de paso y creía saber quien.

-¡Hechicera, sal de donde estés! -Grité al cielo -¡Da la cara, sé que has sido tú!

Miraba a mi alrededor pero no veía a esa chiquilla por ninguna parte. Aunque la gente que había tenido oportunidad ya se había marchado, la calle se había llenado del humo que mis llamas habían provocado y apenas podía divisar con claridad más allá de unos metros.
Los gritos de pánico habían desaparecido pero todavía eran audibles los quejidos de los que se retorcían de dolor por el suelo y que nadie se preocuparía en salvar, al menos, yo no lo haría.

-Se nota que has perdido las ganas de vivir -Hablaba en voz alta para asegurarme de que la joven podría escucharme desde su escondite -Arriesgar tu vida fastidiando mi diversión solo por salvar la vida de algunos idiotas... es ridículo -Me acerqué al cuerpo moribundo de una chica a la que las llamas habían deformado parte de su rostro -Por ejemplo... esta chica -Me agaché a su lado y puse el filo de mi espada rozando su garganta -¿Crees que vino sola? Seguro que no, pero no verás a sus amigos dispuestos a evitar ésto -Con un simple movimiento decapité a la moribunda matándola al instante -Si ellos no se salvan entre sí, ¿porque hacerlo tú? Sus vidas no valen más que la tuya

Seguía peleando con el humo para intentar vislumbrar algo a mas de unos pasos y poder descubrir a la hechicera entrometida pero era en vano. Mis ojos no la localizaban y el resto de mis sentidos tampoco ayudaban. Su olor y su aura parecían estar por todas partes y también su molesta voz de sabionda que retumbaba por toda la calle.

-¿Los salvas para que puedan cumplir su destino? Hacía mucho que no escuchaba una tontería semejante -Caminaba sin rumbo entre la humareda buscando algo entre el mar de cadáveres que decoraba el suelo -Nadie muere antes de tiempo, los débiles se merecen que su vida sea cortada por los que son superiores a ellos, ése es el verdadero destino, el destino de todos.

Mis pasos se detuvieron cuando presencié debajo mío lo que estaba buscando. Un joven que todavía respiraba. No parecía tener rastros de quemadura alguna, pero si tenía un severo tajo en la pierna que le impedía moverse de otra manera que no fuera a rastras por el suelo.
Lo tomé del cuello de la camisa y lo levanté del suelo. El muchacho intentaba huir y gritar, pero ya había perdido mucha sangre y todo movimiento resultó vano.

-¿Ves este humano? Si hubiera nacido infernal, habría crecido mucho más rápido y fuerte y seguro que así habría podido evitar el filo de mis espadas -Tomé mi espada y la coloqué por debajo de su garganta -El destino quiso que fuera débil y por eso ahora va a morir -Acerqué más mi espada a su cuello pero me detuve antes de degollarlo -¿Vas a intentar salvar su patética vida o vas a mirar como acabo con él cumpliendo su destino?

Aunque en estas humeantes condiciones no podía ver nada con claridad, la intensidad con la que percibía el perfume humano que desprendía la hechicera aumentó haciéndose evidente que la joven andaba muy cerca de mi.
Era consciente de que ahora tenía la sartén por el mango. La vida de los humanos parecía importar demasiado para esta bruja y sabía que no se atrevería a arriesgarla para atacarme. En su lugar, la muchacha decidió soltarme un aburridísimo discurso que pretendía ser la excusa para salvar a este imbécil que colgaba de mis manos. Pero poco de lo que dijo tenía más sentido que lo que su ingenua mente quería creer.
Al acabar, se hizo la luz mostrándome de nuevo el rostro de la hechicera a no muchos pasos de mi. Y tras unos segundos de silencio, su boca pronunció las primeras palabras que me causaron un mínimo interés.

-¿Algo que me puedas ofrecer...? -Repetí alzando una ceja delatando una mueca de curiosidad -...lo hay -Contesté esbozando una sonrisa repleta de malicia.

Alcé la barbilla del muchacho con el dorso de la espada para mostrar a la hechicera la suma facilidad con la que podría segar la vida del humano de un solo tajo y entonces la miré fijamente a los ojos.

-Quiero que lo hagas sufrir -Tiré del cuello de la camisa del humano alzándolo hasta ponerlo a una altura similar a la mía -Blut, ve -A mis palabras la espada que aún permanecía en mi cinto se desenfundó y fue flotando hasta pararse delante de la bruja -Úsala contra el pelele, si le haces sufrir lo suficiente, no lo mataré -Propuse sin borrar mi pérfida sonrisa ni un solo instante -Luego, si tanta ilusión te hace, podrás sanarlo para que cumpla con su destino, pero primero... torturalo.

Sabía que la bruja no tenía opción si quería que el humano saliera con vida de ésto iba a tener que hacerlo sufrir y con eso me contentaba. Me importó poco que no quisiera usar mi espada, de hecho, era mejor porque así luego no tendría que limpiarla de su esencia incorrupta.
Agarré bien al muchacho para hacerle un blanco más fácil del ataque de la hechicera y simplemente observé. Cuando vi aquel vil rayo impactar en el pobre muchacho y su posterior reacción no pude hacer más que partirme de risa.
El joven sufría física y mentalmente frente al poder de la hechicera y ella ni tan solo era capaz de mantener su vista en el sufrimiento que ella estaba causando. Esto era mucho más divertido que hacerlo por mi misma.
Cuando la bruja lo creyó suficiente detuvo su ataque y me pidió su aprobación.

-Bueno, admito que me gustan más los espectáculos sangrientos, pero me doy por satisfecha con tu truquito, no mataré a este gusano -Retiré la cuchilla de debajo de la garganta del humano y solté el agarre sobre su camisa haciendo que éste cayera estrepitosamente al suelo -De todas formas si no viene nadie a ayudarlo acabará desangrándose por ese tajo en la femoral -Añadí queriendo quitar importancia a la "salvación" de la hechicera.

En ese mismo instante detecté un ruido en la lejanía. Era un sonido de sirenas, quizás el humano iba a tener más suerte de la que le esperaba hace unos minutos. Yo no tenía ganas de discutir con las fuerzas del orden y aquí ya no parecía haber más diversión así que era el momento de irse.
Me volteé dando la espalda a la hechicera y chasqueé los dedos haciendo que Blut se reuniera con su hermana enfundada en mi cinto. Me puse en marcha camino del primer callejón pero a los pocos pasos una idea llegó a mi cabeza y me detuve, una idea bastante divertida.

-Hechicera -Giré mi cabeza sonriendo a la muchacha por encima de mi hombro -¿todavía trabajas en aquel bar?

-...ya lo verás -Respondí dibujando la misma sonrisa malvada de siempre -Prometí joderte la vida y eso es exactamente lo que pienso hacer -Anuncie sin el menor rastro de compasión -Obligarte a torturar uno de tus amados humanos solo ha sido el principio. Quien sabe, quizás la próxima vez no sean simples desconocidos los que paguen por tu culpa.

Mi espalda fue desgarrada una vez más para dar paso a mis siniestras alas de infernal. Aleteé un par de veces para situarme a unos metros del nivel del suelo y simplemente partí en una dirección al azar. No planeaba visitar el bar de la bruja por el momento, para eso ya habría tiempo. Por ahora me valía con apropiarme alguna vivienda para pasar los días en la tierra y si encontraba una licorería por el camino, mataría dos pájaros de un tiro.

[esto... ¿continuara?]