Canto al muerto (Libre)

Le gustaban los días como ese, tranquilos, con buen clima, sin necesidad de amenazar a nadie, o que lo rechacen por decir idioteces... Aunque le habían dicho que lo último tenía solución: Dejar de decirlas.

Tenía poco de haberse ocultado el sol, y como cada semana, se metió a hurtadillas al cementerio, y una vez bien adentrado, escogió una bonita e inclinada lápida para sentarse y ocuparla de respaldo.

Sonrió al ver la luna, y cerró los ojos para comenzar a cantar suave y algo bajo una dulce y triste canción que había aprendido hacía unos años atrás... Le gustaba hacerlo, era un lugar tranquilo (casi siempre), ¿Y qué mejor forma de perder el tiempo que alegrándoles un poco la noche a las almas que aún rondaban por ahí? Las había visto muchas veces, pero nunca había hablado con una.

Abrió los ojos y vio algunas sombras rondándolo, lo cual no le molestaba, hasta lograban hacerlo sonreír un poco... Algunos demonios se burlaban de él por cosas así, decían que a veces era demasiado confiado, y que su instinto de supervivencia era casi nulo.

Pero bueno, ¿Qué podía hacer él? Además de seguir cantando, claro.

Le encantaba la sensación de acogida q le brindaba aquel lugar tan tranquilo... las sombras danzaban libremente a su alrededor mientras cantaba.

Estaba muy concentrado en "los sentimientos" que un poco más tarde de lo normal en percibir un aroma que no pertenecía a aquel lugar... Pero no lograba adivinar de qué era.
Con un ágil movimiento se paró y rápida y silenciosamente comenzó a moverse entre las lápidas... Primero tenía que observar a su acompañante, pero claro, sin dejar que su voz se apagara.

Lo observó detenidamente aun escondido como una pequeña sabandija... Un demonio, muy guapo y con un imponente corcel. Bueno, al menos era algo más interesante de lo que esperaba.
Sonrió y mientras seguía cantando, comenzó a caminar cautelosamente alrededor de él. ¿Cuál era el chiste de conocer a alguien de manera convencional?

Salia corriendo por la calle con la policia pisandole los talones, casi nunca le pillaban robando pero esa vez se despisto y le pillo la alarma.Mientras corria vio la puerta del cementerio y sobre la marcha salto sobre la puerta del cementerio y se escondio tras el tronco de uno de los arboles de por ahi y cuando las sirenas de los coches patrulla se pararon de oir en la lejania salio de su escondite para apoyarse en el arbol.

-Buf..que suerte e tenido-


Mientras retomaba el aliento olio algo peculiar, no era a muerto aunque estuviera en un cementerio sino demonios, se movio entre las lapidas altas para ver quien eran.
Al final encontro a los demonios y vio a 3 demonios, 1 de ellos iva montado en un corcel y otro estava mirando a la tercera demonio que de alguna manera acabo en el suelo con el vestido por encima suya.
Estaba respirando con fuerza por la persecucion de antes, asi lo descubririan pronto, trato de calmarse y observar a los demonios para ver si era peligroso o no salir.