Moribundo... libre

DEspues de la ardua batalla acabo en una laguna, estaba desnudo, completamente bañado en sangre, tenia heridas por todas partes y tosia sangre, caminaba a paso lento y al final se cayo al lado de la laguna, por su cualidad vampirica no pudo ver su rostro en el ague.
--supongo que.....aqui es mi fin- dijo en una sonrisa y tosiendo bastante fuerte - fue divertido mientras ducro- dijo cerrando los ojos, esperando su momento

Caminaba pesadamente, al compas de los copos de nieve que caian lentos y perezosos alrededor de mi, tejiendo intrincados dibujos en el aire. Estaba despreocupada y distraida, cuando escuche un ruido bastante feo, y poco mas adelante, vi una figura oscura, recortada contra la tenue luz de la luna, que caia al suelo, haciendo un sonido sordo. mis ojos se abrieron a causa de la sorpresa, y sin saber muy bien por que, olvide la cautela y me acerque lo mas rapido que pude, hasta llegar a lado de un joven de esencia extraña que estaba cubierto de sangre.
-Ey, despierta! -le hable mientras intentaba averiguar si estaba consciente o no.

Abrio lentamente los ojos, no viendo lo que pasaba, solamente distinguio el rostro de una dama que le alzaba - no tiene caso......mis heridas no sanaran, no hay sangre que beber, gracias por tus esfuerzos sinembargo- dijo sonriendole y tratando de mantenerse despierto

-Sangre? Eso necesitas?-murmuré.
Ahora que lo tenia tan cerca, su esencia era claramente demoniaca, no seria raro que dependiera de una comida especial para mantenerse, para regenerarse a si mismo. Yo lo comprendia mas que bien.
Acunandolo en mis brazos, delicadamente, haciendo caso omiso a la sangre que manchaba mis ropas blancas, acerqué sus labios a mi cuello.
-Bebe... -le ordené imperiosamente.

- gracias.......- le dijoi para abrir sus fauces, enseñando sus largos colmillos de puntas rojas, los clavo en el cuello ajeno, cerrando los ojos y tratando de hacerlo con la sutilesa que su cuerpo ahora le permitiese, al sentir la sangre en su boca no se pudo contener y comenzo a beber com mas energia y rapidez, aferrandose a ella, deletiandose con el tacto del elíxir rojo

Sus colmillos se clavaron en mi nivea piel, tan suavemente que apenas lo senti. Sus manos me aferraron con mas fuerza a medida que el vino carmesi de mis venas lo inundaban. Su corazon ahora latia acompasado al mio, al unisono.
-Bebe... -repetí al sentir como sorbia mi sangre con avidez. Muy probablemente seria mas que suficiente para que se curara, a pesar de la gravedad de sus heridas. La esencia de un demonio antiguo era mucho mas fuerte que la de cualquier mortal. Lo haria fuerte, lo restauraria con mas rapidez. Y aunque sentia como mis propias fuerzas menguaban a medida que las de el aumentaban, todavia estaba bien. Nada que una buena comida no pudiera arreglar despues.

Dentro de el, su hermano se recuperaba, el siendo un demonio casi puro podia aprovechar la sangre que bebia de forma mas eficiente, sigui bebviendo, ahora no por necesidad pero por placer, el saber, aroma de la sangre se le hacia entoxicante, no queriendo detenerse, por no decir el dulce perfume que emanaba aquella chica.
Sus ojos brillaban al rojo vivo en la noche, la sangre seca de su cuerpo se hacia liquida y era absorvida por el, despues de unos momentos se despego respirando agitadamente - per....perodne...me eh dejado llevar- dijo algo apenado pero aun quejandose un poco del dolor, ya que la cicatrizacion era algo dolorosa

Llevé mis mano a mi cuello, sabiendo que todavia sangraria por un instante mas, hasta que mi cuerpo se regenerara. La perdida de sangre me habia debilitado, pero no tanto como yo pensaba, y supuse que sería por que las almas eran lo que me mantenia con vida y no lo demas.
-No te preocupes, estaré bien. Aunque me desangrara no voy a morir, a lo sumo tendras que cuidarme cuando pierda la consciencia.
Me levante, tambalenadome apenas un poco, y le ofrecí mi mano para qeu se pusiera de pie.
-Vamonos. No es seguro quedarnos con esta sangre alrededor, alguien podria sentir el aroma y venir, y ni tu ni yo podemos pelear.

Tomo la mano de la demonio y se puso en pie, caminando con pesar y dificultad, la sangre le regeneraba, le dio suficiente energia como para hacer aparecer su espada, una gran hoja negra con inscripciones rojas que brillaban y emanaban un leve humo apenas visible, la union de la hoja con el mango era la figura de un craneo de carnero con ojos igualmente rojos que emanaban el mismo humo.

De la hoja de la espada empezo a salir un humo blanco que rodeaba el cuerpo de Kaichi y se introucia en el, al hacerlo se escuchaban leves lamentos y llantos de las almas que eran devoradas por el.

- devemos encontrar refugio o almenos ir a un lugar seguro, los cazadores pueden seguir serca- dijo serio

Mis ojos se abrieron mas de lo normal, primero al ver la espada tan extraña que apareció de la nada en sus manos, pero mas aún al escuchar lo que decía.
-¿Cazadores? Eso podría complicar las cosas y mucho - mi ceño se frunció por la preocupación, mientras pensaba que hacer. Lo primordial era alejarnos de ahi, lo antes posible, lo mas lejos que pudieramos.
-¿Tienes alas o alguna manera de volar? Tenemos que irnos de aqui, mientras antes mejor. El lugar no importa.

( perodn por la larga espera, esque los conciertos no me dejan empaz ._.)

Extendio sus dos grandes alas de murcielago y le ofrecio la mano con mirada seria - podemos ir a mi hogar en el cementerio- dijo serio y desapareciendo la espada en una luz rojiza la cual brillo por unois segundos y despues desaparecio con el sonido de los llantos de las almas.

- soy cazado por tres demonios traidores que se han afiliado con los angeles, me emboscaron, si no era porque sacaba a mi cancerbero no creo que habria sobrebibido-

(Perdon por tardar en contestar u.u)

Escuche el llanto de las almas atormentadas, sientiendo un escalofrio. ¿Cuantas veces oiria ese sonido, dulce y terrible que alimentaba mi propia existencia? Respiré hondo, enfocandome en el presente, en el aqui y ahora. No habia tiempo que perder.
-Vamonos entonces... Realmente no tengo ganas de encontrarme a un trio de cazadores, menos ahora que no puedo pelear.
Y una corriente de aire helado me hizo flotar, envolviendome en copos de nieve, mientras aferraba su mano para que me guiara.

( no te preocupes)
Le tomo de la mano pero despues la atrajo a el, aferrandola de la cintura y alzando el vuelo, dirigiendose al cementerio - No puedo creer que los demonios se afiliaran con los angeles, me dan asco- dijo fúrico mientras sus alas aleteaban para elevarse mas y esconder su prescencia. sus ojos comenzaron a brillar levemene y su rostro era bastante serio, sinembargo la sombra que se projectaba en las nubes cercanas no tenia forma humana, parecia la imagen de un perro de tres cabezas abriendo las fauces, claro, esto solamente tomo un segundo.
- quieres que te deje en alguna parte?- pregunto serio aun

Senti un escalofrio cuando me tomo de la cintura, aferrandome a su cuerpo, calido y suave como las nubes donde aparecio luego la sombra de un can de tres cabezas, por un instante apenas perceptible.
-Es el karma de cada uno... -mencioné sin demasiado ánimo cuando hablo con repulsion de los cazadores... Para mi angeles, demonios, eran todo la misma cosa... Mientras no me molestaran a mi, me encogia de hombros, y si me hacian algo daba igual que fuera un angel o un demonio, se convertia en enemigo de mi tranquilidad.
Escuche su pregunta, justo cuando me aferraba levemente a sus hombros, intentando no sentirme incomoda por ese contacto tan cercano. Todavia no superaba mi reticencia a que me tocaran sin mi permiso, pero las circunstancias lo ameritaban. No podia darme el lujo de caer y perderlo de vista, puesto que mi poder estaba todavia menguado.
-No tengo lugar donde ir. Llevame a donde quieras, para mi es igual.

- Bien.....se que suena totalmente sospechoso y probablemente indecoroso, pero es el lugar mas seguro que conosco y podras quedarte el tiempo que quieras- dijo aumentando la velocidad y cayendo en picada hacia la ciudad para despues empezar a bajar mas lentamente, al final aterrisó en el techo de una gran casa isabelina que se encontraba cerca del cementerio, abrio una compuerta de cristal y entro en ella.
El hogar de Kaichi tenia un color muy variado ya que habia sobrevivido por siglos, era una mezcla de el estilo victoriano e isabelino al igual que moderno, sus alas eran grandes y espaciosas de techos medianamente altos.

Deposito a la infernal en la habitacion de huespedes y la recosto para que se recuperara - necesitas que te de algo para que te recuperes?- le pregunto serio y cerrando sus alas, encendiendo los candelabros con fuego

Escuché sus palabras en medio del arrullo del viento, que nos acunaba entre las nubes. Ah, no había visión mas hermosa que las estrellas refulgentes sobre nosotros, y por un momento me quedé embelesada, como siempre, observando su luz pálida y mortecina.
-Puede sonar sospechoso, si. Y desconfiaría en otras circunstancias, pero apelaré a tu honor al confiar en que no me harás daño por haberte salvado la vida. Y si proponer que nos refugiemos en tu casa te parece indecoroso, deberías saber que me han dicho cosas infinitamente peores. El mundo no es un lugar amable para una mujer que camina sola.
Me estremecí levemente al sentir vértigo por la brusca caída, pero tardé apenas un instante en acostumbrarme. Cuando me di cuenta, ya nos encontrábamos dentro de una casa muy hermosa, atractiva a mis ojos sobre todo por la conjunción de estilos. Moderna y clásica a la vez, llena de un misterioso encanto. Hasta me dieron ganas de tener una casa propia, que emanara la misma sensación acogedora.
-Linda casa – murmuré poniendo los pies en el suelo, apartándome levemente de su cuerpo, pero sin quitar todavía mis manos de sus hombros. Aun seguía mareada y temía irme al suelo en cuanto lo hiciera. Pero el demonio me condujo en seguida a un cuarto, recostándome en una cama mullida y cálida. Su hospitalidad le hizo preguntarme si necesitaba algo para recuperarme, y esboce una sonrisa.
-Soy un vampiro como tu, pero de una clase diferente. Me alimento de energía, así que salvo que me traigas a unos cuantos humanos no volveré a tener fuerzas. Pero dame algún tiempo para descansar y podré salir a cazar por mi cuenta. Por ahora se me antoja quedarme aquí tirada. Se esta muy bien en esta cama. –y mi sonrisa se hizo mas evidente.