::: † I Died in Your Arms Tonight † ::: ~UA~

La gran diferencia entre las épocas se hace notar esa misma tarde…
El frió que se muestraza durante todo el día y la noche cuando se trata de la época de invierno comienza a desaparecer lentamente, dejando en su lugar a una abrasadora calidez
La nieve de la ultima neviscada comienza a desaparecer dejando a la vista lo que cubrió cuando reino en su tiempo, la tierra que parece que pronto dará no solo un césped si no consigo a varias flores que adornaran ese claro y que llenaran de colores al bosque en el cual ahora se encuentra junto con alguien realmente especial para tal ser infernal.

Escapando de la ciudad… escapando del mundo real… porque no darse la oportunidad de ir a un lugar donde solo en sus sueños pueden visitar?...

Lo hace huir de todo lo que pueda dañarle ese día… solo por hoy escapar a todo, aun si es así obligarlo a escapar de sus propias garras

"Alois" lo nombra con fascinación, lo llama y lleva a ese lugar donde se muestra que la primavera toma el lugar, la nieve se funde y humedece de más la tierra de todos aquel claro
La simpleza de una tarde puede llegar a ser completamente reconfortable, algunas veces y a pocos, puede curar una herida que pueda ser provocada en una citación cercana.
La vista hacia un mundo que renace de un frió congelante es un espectáculo que disfruta de ver, quería compartirlo… solo con el, tantas cosas y a la vez solo una.

"Alois" de nuevo lo llama en un murmuro … habría regalado una pequeña flor que había comenzado a nacer… pudo bien haberla arrancando, pero es la primera vida de la primavera y no lo ara… tan solo la señala y explica con lentitud que quien encontrara el primer botón entre esa nieve disolvente tendría una buena fortuna durante el resto del año… y entonces le sonríe

Pronto esa escena se perdió pues sin ninguna palabra mas, el ser de orígenes infernales rodeo al bello ser celestial de zafiro desde sus espaldas, capturándolo de esa manera para no dejarlo ir.. esa ilusión se quedaría con el al menos por esa tarde
Cuantas veces puede llamarle sin siquiera cansarse… sus labios callaron pero solo para poder acariciar la parte de su cuello la cual le tentó a ser besada y ahora hace sin pensar en sus acciones
Sus manos sostienen por enfrente a las de aquel al que desea tanto, mas pronto abandonan su posición para deslizarse con agilidad y tomarlo por la cintura, claro que los dedos de su mano derecha curiosos no lograron quedarse quietos y con suavidad tocaron la parte de su costado
-Joven Alois- otra vez su nombre suena en los labios del demonio, tono diferente, tono insinuativo, un susurro y la muestra de algo mas por parte de ese ser infernal

Su fría mano se escabullo entre sus ropas… desea y ansia que ese sentimiento nacido dentro de el se convierta en pecado una vez mas.
-Joven Alois permítame solo por esta tarde amarle una vez mas… permítame tomar su mano con confianza y mirarle sin arrepentimiento- Suspira el aroma de su cabello y la punta de su nariz toca su oído para subir y depositar un suave beso cerca de su ojo aun sobre su mejilla.

[El Logo del Tema nada que ver con lo que va a pasar xD]

La nieve despejándose realzaba los aromas dulces de una Primavera naciente, fresca y delicada, esos perfumes tan sotiles de césped y botones floreciendo, era una sensación maravillosa, única y especial… agradecía con todo el corazón que su mejor amigo y amante le haya llevado a ese bello sitio a contemplar el hermoso espectáculo que se presenta ante sus ojos.

Solos ellos dos, nadie más conocía la ubicación de ese paraíso terrenal, demasiado ocupados en sus deberes y obligaciones, sin darse el tiempo de detenerse a contemplar el amanecer y escuchar los trinos de las aves que dan la bienvenida a la estación donde todo regresa a la vida, tal vez pocos se han dado cuenta de los cambios, pero no se han permitido el escapar tal como lo han hecho ellos dos y dirigirse a visitar en persona a Perséfone que regresa del Inframundo para entregar alegrías y belleza al mundo.

Ya no era más el mediodía, solo pocas horas los separaban del crepúsculo, un momento romántico lo que significaría una ocasión perfecta a compartir, pero no solo entre amantes, sino también entre amigos muy cercanos… confidentes íntimos. Damant… era algo más que un confiable amigo para Alois.

A pesar de la hora actual, recién había abierto sus pétalos la primera hija de la Primavera, resultando muy conveniente, ya que tal como el príncipe infernal menciona la leyenda, él ya se sentía muy afortunado. Hermosa es la palabra que usa para designar a la pequeña flor, se agacha para poder observarla de cerca, acariciando dulcemente uno de sus pétalos cierra sus ojos para memorizar el embriagante aroma a tierra viva e hierbas. Se levanta y sonriendo le agradece el regalo, rozando fugazmente su mano, ha sido a propósito, solo que no se atrevió a sostenerla, no cuando intuó que algo estaba por suceder…

Y así ocurrió, de un momento a otro el demonio desapareció de su lado y fué atrapado entre sus fuertes brazos que le hacen sentir tan seguro y protegido estando entre ellos, adoptando un semblante de soñador, perdido en la cálida sensación de su abrazo, entrecerrando su mirada zafiro mientras atento le escucha llamarle, adoraba su voz… es tan… sensual… cautivante… nunca antes había percibido una voz simile, por siempre podría oir sus conversaciones, sin necesidad de mirarle, solo escuchar y soñar enternamente…

Damant… su nombre es hermoso, tampoco se cansaría de llamarle tan ferviente, necesitándole por siempre a su lado, tenerle a èl consigo, su compañia eterna junto a él.
Cierra por completo sus orbe azules y en contraria acción entreabre sus labios para emitir un sonido similar a un suspiro, poco después gime suavemente ante los besos entregados a una de sus zonas más sensibles.

Fué sostenido por sus manos, firmes y decididas, pero fué tan solo por un breve instante porque esa garras de apariencia humana renunciaron a ese lazo para tocarle en puntos que su solo contacto le hacían experimentar placer. Se ruboriza y de entre sus labios su respiro se entrecorta, inclinándose ligeramente hacia atrás a causa del deseo encontrado en la voz de su compañero, y sus dedos fríos que contrastaban con el calor corporal de su torso.

Joven Alois permítame solo por esta tarde amarle una vez mas… permítame tomar su mano con confianza y mirarle sin arrepentimiento.

Cómo poder negarse a su petición? Si era una trampa, había caído sin siquiera dar batalla. Él también le nesecita, desea amar y ser correspondido, verle directamente a los ojos mientras sus cuerpos se funden en uno solo, desea perderse en ese mar índigo y en el éxtasis de sus caricias.

Lo toma del rostro, girando el propio a su encuentro, sin romper ese maravilloso momento, para rozar sus labios con los propios y así responderle con un –“Ámame Damant… como si fuera nuestra última vez” -le arrebata un pasional beso, entregándose a sus emociones.